Cuenta la historia que cuando avanzaban los franceses para merendarse a los españoles la antepasada centuria, unas cuantas mujeres se fueron a primera fila y retrasaron, a golpes de mosquetón , la marcha de los invasores.
ME SIENTO PULGA surge, precisamente, cuando se descubre que emular las hazañas de aquellas heroínas es hoy una tarea imposible. Ni hay mosquetones ya, ni tampoco invasores. Por no haber no hay ni espías.
Les presentamos a JARDIEL y a MIHURA: una pizca del uno, unas gotas del otro y un aperitivo de las dos. Amigas, contertulias, o simples desconocidas, se despachan a gusto sobre los hombre y la familia, los hijos y el amor, de ellas y de nosotros. Pulgas, pues, sin mayor horizonte que un escenario y sin otras armas que el gesto y la palabra.
ME SIENTO PULGA surge, precisamente, cuando se descubre que emular las hazañas de aquellas heroínas es hoy una tarea imposible. Ni hay mosquetones ya, ni tampoco invasores. Por no haber no hay ni espías.
Les presentamos a JARDIEL y a MIHURA: una pizca del uno, unas gotas del otro y un aperitivo de las dos. Amigas, contertulias, o simples desconocidas, se despachan a gusto sobre los hombre y la familia, los hijos y el amor, de ellas y de nosotros. Pulgas, pues, sin mayor horizonte que un escenario y sin otras armas que el gesto y la palabra.
A partir del 9 de Junio en el Teatro Capitol.
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